viernes, 5 de noviembre de 2010

FRASES DE MAQUIAVELO

En general, los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven.

Más frases sobre: Juzgar
Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos.

Más frases sobre: Apariencia
Vale más hacer y arrepentirse, que no hacer y arrepentirse.

Más frases sobre: Hacer
En todas las cosas humanas, cuando se examinan de cerca, se demuestra que no pueden apartarse los obstáculos sin que de ellos surjan otros.

Más frases sobre: Dificultades
La habilidad y la constancia son las armas de la debilidad.

Más frases sobre: Debilidad
El que es elegido príncipe con el favor popular debe conservar al pueblo como amigo.

Más frases sobre: Pueblo
Los hombres ofenden antes al que aman que al que temen.

Más frases sobre: Ofender
No puede haber grandes dificultades cuando abunda la buena voluntad.

Más frases sobre: Dificultades
La naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad.

Más frases sobre: Soberbia
Todos los Estados bien gobernados y todos los príncipes inteligentes han tenido cuidado de no reducir a la nobleza a la desesperación, ni al pueblo al descontento.

Más frases sobre: Estado

Estado moderno y filosofía política

En los siglos XV y XVI observamos el desarrollo del absolutismo político, cambio histórico que se verá reflejado en la filosofía política de la época. Entre los acontecimientos más significativos al respecto podemos considerar, en Inglaterra, la aparición del absolutismo de los Tudor, iniciado con Enrique VII (1485-1509), al establecer un poder monárquico centralizado al término de la guerra de las Dos Rosas. En España, el matrimonio de Fernando e Isabel, (1469), reunió los reinos de Castilla y Aragón bajo la misma corona, base del desarrollo del absolutismo español que culmina con Carlos V (1516-1556). También en Francia podemos situar el origen del absolutismo en 1453, al término de la guerra de los Cien Años. A diferencia de lo ocurrido en España, en Inglaterra y Francia los comerciantes apoyaron la centralización del poder, a expensas de la nobleza feudal. Ello no significa, por supuesto, que el despotismo monárquico fuera la única teoría política del Renacimiento, sino que debe interpretarse como la expresión de la necesidad de unidad ante las cambiantes circunstancias económicas e históricas. En este sentido, la defensa del absolutismo político es una consecuencia de la creencia de que sólo un poder centralizado, fuerte y sin apenas limitaciones, es capaz de controlar las fuerzas que tienden a la "disolución" de la sociedad.

RELACIÓN ENTRE MAQUIAVELO Y CIENCIA MODERNA

La ciencia política moderna comienza con el florentino Nicolás Maquiavelo
(1469-1527). Antes y después de él se puede hablar en la cultura occidental
de filosofía política; pero sólo después de él de ciencia política. Como
su conterráneo Galileo Galilei y su connacional Giambattista Vico muy posteriormente,
pudo haber hablado Maquiavelo de una Scien&a nuoi/A, En
verdad, lo que representan en su orden Galileo para la mecánica y Vico
para la Historia, representa Maquiavelo para la ciencia política. La origina'
lidad de su genio radica justamente en haber descubierto la especificidad del
hecho político y su vía de conocimiento.
Ciencia política, y de gran calidad, huboi en la cultura helénica. Aristóteles-,
el maestro de los que saben, segíín decir de Dante Alighieri, creó la
ciencia política como una parte de la filosofía de la práctica, pero su influjo
en el mundo antiguo fue casi nulo. La baja Edad Media la conoció y comentó
a través de la traducción defectuosa de Guillermo Moerbecke. El
Renacimiento !a tradujo mejor con Leonardo Bruni de Arezzo, pero tampoco
fue más allá de la glosa ligera. Ni en el medievo n¡ en el Renacimiento
se puede hablar con propiedad de ciencia política. El opúsculo Del gobierno
de los príncipes, de Santo Tomás de Aquino' —en parte al menos—, es una
versión escolástica de la Política aristotélica. Y el Príncipe, de Pontano, modelo
de los tratados científicos de política en su tiempo, era un florilegio
«de frases clásicas relativas a las virtudes y vicios de los hombres en general
y de los príncipes en particular» (i).
I. LA CIENCIA POLÍTICA MODERNA
La ciencia política moderna no es una continuación de la Política, de
Aristóteles, ni de las glosas de sus comentadores, sino un nuevo producto
intelectual, cuya fuente cristalina es la observación de los hechos vividos yde las instituciones políticas vigentes. «La nueva ciencia política —dice Luis
Navarro— empezó a formarse en las cartas y relaciones de los embajadores
y de los diplomáticos que en el último decenio del siglo XV y en el primero
del XVI se multiplican de modo verdaderamente singular. Los despachos de
Fernando de Aragón, que ñevan la firma de Pontana; los de los embajadores
florentinos, cuando la invasión de Carlos VIII5 las célebres relaciones
de los embajadores venecianos, como casi todos los escritos diplomáticos de
los Gobiernos y de sus representantes, reveían un mundo nuevo. Los autores
de estos documentos abandonan la lengua latina, olvidan la escolástica,
observan y estudian a los hombres y las instituciones políticas con maravillosa
agudeza y la más consumada experiencia? indagan las causas de los
acontecimientos y de la conducta de los hombres de Estado con verdadero
método inductivo, experimental, que en todos se halla, sin que pueda decirse
quién lo haya inventado, porque, en realidad, aparece en todas las
naciones. Encuéntranse de vez en cuando en estos escritos algunas ideas
generales que son siempre de admirable evidencia y prueban sagacísima
penetración; pero en seguida se vuelve a la narración de los hechos urgentes,
al examen de las noticias que son constante tema de tales escritos, los
que puede decirse constituyen ya la nueva ciencia y el método-, aunque
aparezcan en retazos sueltos y como demandando quien quiera reunirlos» {2).
«De un objeto antiguo voy a formar una ciencia nueva», dijo Galileo, y
fundó la mecánica. Lo mismo pudo haber dicho Maquiavelo1 con casi un
siglo de antelación, cuando se puso a escribir sus célebres obras de política
en el confinamiento de San Cascíano, El objeto era antiguo; tan antiguo
como las primeras asociaciones políticas de Egipto o de la India, pero el
método era nuevo; tan nuevo que apenas se tomaba conciencia del mismo
a partir del Renacimiento.

SURGIMIENTO DE LA CIENCIA

n el siglo XVI y XVII la teoría de Aristóteles entro en crisis y fue remplazada a causa del desarrollo científico en el campo de la astronomía y la física y sobre todo por el descubrimiento de la Teoría Heliocéntrica, esto sucedió durante el renacimiento.

En la nueva racionalidad científica se combina la observación experimental y precisión matemática, el mundo deja de ser resultado de la creación divina para convertirse en una dinámica de fuerzas, movimientos, masas, tiempos, velocidades, espacios, etc.

Esta se inició en las primeras décadas del siglo XVI en cabezada por el polaco Nicolás Copérnico (1473 - 1543). Este investigador, desplazó a la Tierra como centro del universo y promulgo la centralidad del Sol (Teoría Heliocéntrica). Esta teoría desplazó el ser humano como centro del universo; por lo tanto, los planteamientos de Copérnico revolucionaron el campo de la astronomía provocando discusiones religiosas, filosóficas y sociales.

La objetividad se funda en el objeto; un conocimiento es objetivo si se adecua a la realidad que pretende conocer.

En la filosofía de la época moderna, se distingue radicalmente en el proceso cognoscitivo entre el sujeto y el objeto, el tema de la objetividad del conocimiento se identifica con el de la verdad y se convierte en el problema fundamental de la filosofía. Las dos soluciones contrapuestas que se dan al problema en esta época son la racionalista y la empirista.

La ciencia es objetiva, porque descansa sobre evidencias objetivas. Aunque algunos resultados experimentales son inevitablemente erróneos; los científicos sustituyen las teorías pero aumentan los datos.

La objetividad estudia la realidad sin que intervengan los juicios del valor, creencias e ideas del científico.

La neutralidad, esta tiene un carácter jurídico en cuanto reconoce sus derechos e impone obligaciones al estado que adopta. Tiene también un carácter político en cuanto define su conducta internacional, en ejercicio de su soberanía. Los caracteres específicos de la neutralidad son:

La ausencia de participación en la contienda y la imparcialidad en el trato con los estados beligerantes.

La neutralidad era desconocida en la antigüedad. Realmente no existía, porque en caso de guerra los pueblos o los gobernantes se veían obligados a ponerse a favor de uno de los bandos o beligerantes, y esa actitud importaba ponerse en contra del otro. La neutralidad puede ser voluntaria cuando se adopta en ejercicio de la soberanía, y puede ser convencional, cuando se adopta como consecuencia de un convenio internacional, como la declaró la “Primera reunión de Consulta de Cancilleres Americanos”.

La neutralidad absoluta, es la que consiste en no mostrar directa ni indirectamente, favor para ninguno de los estados beligerantes; reforzada con la abstención de facilitar armas.

La neutralidad natural, esta dice que ningún pueblo está obligado a intervenir en ninguna guerra entre otros, salvo que tenga alianza o compromiso.

El eurocentrismo no es más que la tendencia que tienen los españoles de considerar que son el centro del universo. La historia de la ciencia nace en el continente europeo. En cuanto a la tecnología de desarrolla lo que es la metalurgia, los africanos orientales empezaron a producir acero en hornos de carbón. En Africa se invento la rueda y la navegación a vela supusieron una revolución para el progreso de las comunicaciones. La imprenta, la pólvora, la brújula, el compás, el papel moneda, etc., gracias a estos inventos hoy tenemos una vida más cómoda y poco rudimentaria.

CIENCIA MODERNA

La ciencia es un conjunto de conocimientos racionales, ciertos o probables que se obtienen mediante el empleo del método científico, esta se denomina moderna porque se desarrolla en los siglos XVI, XVII y XVIII; es decir, esta se basa en el conocimiento científico, el cual no es más que un rasgo característico de la ciencia pura como de la aplicada.

Una de las figuras importantes en la construcción de un saber radical en la ciencia fue el francés René Descartes (1596 - 1650), a quien se atribuye la fundación de la filosofía moderna que es el conocimiento y la existencia, y el desarrollo del paradigma mecanicista. Es considerado el fundador de la ciencia moderna, debido a que estableció los fundamentos metodológicos, epistemológicos y teológicos de la ciencia.

La relación que existe entre la medicina, la religión y la salud es que establecen una relación entre espíritu y cuerpo, el ser humano y los otros, el ser humano y la naturaleza, la medicina y la religión, es decir, reconocen el vínculo indisoluble entre la enfermedad, el enfermo y su sociedad.

Entre los aportes de René Descartes a la ciencia:

La naturaleza incluyendo la vida vegetativa y psíquica funciona de acuerdo con las leyes mecánicas que no poseen finalidad alguna.

La ciencia se ocupa sólo de los objetos sobre los cuales somos capaces de adquirir conocimientos ciertos e individuales.

El método de razonamiento analítico tiene más importancia que la experiencia sensorial y la representación mental.

Nuestro conocimiento de la realidad proviene de la razón.

El alma y el cuerpo son sustancias distintas.

Creación de la geometría analítica; sostuvo que esta se realiza en el plano de la abstracción.

Con Descartes la razón se convirtió en el instrumento para alcanzar el conocimiento científico.

El método científico nace de la necesidad del hombre preguntarse de modo sistemático, las respuestas nacen de la observación.

Para poder hacer una investigación científica es necesario usar los pasos apropiados del método científico, como son:

La hipótesis, que no es más que una afirmación que se hace de la observación o de teorías previas, es decir, la hipótesis tiene que ser demostrada, y el método, que es la forma de acercamiento para conocer el objeto depende de donde se mire.

El verdadero origen de la ciencia recae en la capacidad de razonamiento de la especie humana, y en su original actitud observadora, por ejemplo el primer gran logro del método científico, consistió en la comprobación de los fenómenos regulares.

El método racional: Este es llamado de esta forma por los asuntos a los cuales se le aplica no son realidades, hechos o fenómenos susceptibles de comprobación experimental.

Galileo Galilei, Se le considera el creador del método experimental en las ciencias, al combinar el razonamiento inductivo con la deducción matemática. Con su obra comienza la ciencia moderna.

Método Experimental: Es aquel que basa sus conclusiones en experiencias creadas para imitar un fenómeno existente.

Entre los métodos lógicos de la ciencia tenemos:

La deducción, la cual parte de un marco general de referencia y se va hacia un caso objeto con la definición que se ha acordado por una clase determinada de objetos y fenómenos.

La inducción, este trata de generalizar el conocimiento obtenido en una ocasión a otros casos u ocasiones semejantes que pueden presentarse en el futuro o en otras latitudes.

El análisis, trata en la separación de las partes de un todo a fin de estudiarlas por separado así como examinar las relaciones entre ellas.

El conflicto ideológico que existe entre ciencia y religión ha sido un rasgo determinante de numerosas civilizaciones y se ha prolongado a lo largo de la historia, como así también la negación a las nuevas ideas.

En la época medieval, se creó una ciencia que trató de explicar el universo en función de lo divino, uno de los planteamientos de Aristóteles que los pensadores medievales integraron a la concepción cristiana es la interpretación teológica o finalista de la naturaleza. Según Aristóteles, los fenómenos de la naturaleza no ocurren por azar, sino por una regularidad natural orientada en un fin preciso.

El sistema aristotélico del universo fue afín a la teología cristiana y al sentido común, este era imperante en la Edad Media. Algunas de las teorías de Aristóteles sobre el universo sostenían que éste era un sistema cerrado y finito; que esta ordenado de acuerdo con una finalidad y en función del ser humano; la Tierra es el centro del universo; los cuerpos celestes se mueven en torno a la Tierra; algunos de los movimientos y formas de los cuerpos son perfectos, y el mundo se divide en dos esferas que son la celeste y la terrestre.

Esta forma de ver el universo fue asumida y defendida por la iglesia Católica Romana y los que se apartaban de ella eran reprimidos por las autoridades eclesiásticas.

En el siglo XVI y XVII la teoría de Aristóteles entro en crisis y fue remplazada a causa del desarrollo científico en el campo de la astronomía y la física y sobre todo por el descubrimiento de la Teoría Heliocéntrica, esto sucedió durante el renacimiento.

En la nueva racionalidad científica se combina la observación experimental y precisión matemática, el mundo deja de ser resultado de la creación divina para convertirse en una dinámica de fuerzas, movimientos, masas, tiempos, velocidades, espacios, etc.

Esta se inició en las primeras décadas del siglo XVI en cabezada por el polaco Nicolás Copérnico (1473 - 1543). Este investigador, desplazó a la Tierra como centro del universo y promulgo la centralidad del Sol (Teoría Heliocéntrica). Esta teoría desplazó el ser humano como centro del universo; por lo tanto, los planteamientos de Copérnico revolucionaron el campo de la astronomía provocando discusiones religiosas, filosóficas y sociales.

La objetividad se funda en el objeto; un conocimiento es objetivo si se adecua a la realidad que pretende conocer.

En la filosofía de la época moderna, se distingue radicalmente en el proceso cognoscitivo entre el sujeto y el objeto, el tema de la objetividad del conocimiento se identifica con el de la verdad y se convierte en el problema fundamental de la filosofía. Las dos soluciones contrapuestas que se dan al problema en esta época son la racionalista y la empirista.

La ciencia es objetiva, porque descansa sobre evidencias objetivas. Aunque algunos resultados experimentales son inevitablemente erróneos; los científicos sustituyen las teorías pero aumentan los datos.

La objetividad estudia la realidad sin que intervengan los juicios del valor, creencias e ideas del científico.

La neutralidad, esta tiene un carácter jurídico en cuanto reconoce sus derechos e impone obligaciones al estado que adopta. Tiene también un carácter político en cuanto define su conducta internacional, en ejercicio de su soberanía. Los caracteres específicos de la neutralidad son:

La ausencia de participación en la contienda y la imparcialidad en el trato con los estados beligerantes.

La neutralidad era desconocida en la antigüedad. Realmente no existía, porque en caso de guerra los pueblos o los gobernantes se veían obligados a ponerse a favor de uno de los bandos o beligerantes, y esa actitud importaba ponerse en contra del otro. La neutralidad puede ser voluntaria cuando se adopta en ejercicio de la soberanía, y puede ser convencional, cuando se adopta como consecuencia de un convenio internacional, como la declaró la “Primera reunión de Consulta de Cancilleres Americanos”.

La neutralidad absoluta, es la que consiste en no mostrar directa ni indirectamente, favor para ninguno de los estados beligerantes; reforzada con la abstención de facilitar armas.

La neutralidad natural, esta dice que ningún pueblo está obligado a intervenir en ninguna guerra entre otros, salvo que tenga alianza o compromiso.

El eurocentrismo no es más que la tendencia que tienen los españoles de considerar que son el centro del universo. La historia de la ciencia nace en el continente europeo. En cuanto a la tecnología de desarrolla lo que es la metalurgia, los africanos orientales empezaron a producir acero en hornos de carbón. En Africa se invento la rueda y la navegación a vela supusieron una revolución para el progreso de las comunicaciones. La imprenta, la pólvora, la brújula, el compás, el papel moneda, etc., gracias a estos inventos hoy tenemos una vida más cómoda y poco rudimentaria.

TERMINO MAQUIAVELICO

Dentro de este tipo de concepción del poder es que concibe la "virtud". Para Maquiavelo ésta será una cualidad poco común que es "una energía a la vez brutal y prudentemente calculadora, ajena a cualquier preocupación de moral ordinaria".16 Crear una virtú es imprescindible para la política. La "virtú" maquiaveliana es la fuerza del hombre frente a la fortuna, que es para su mirada renacentista, la dueña de la historia. No es la providencia divina que con mano segura y amorosa rige los destinos humanos, sino una diosa irracional, imprevisible y caprichosa que nos lanza continuamente al sinsentido. Ciertamente los tiempos en los que vivió nuestro autor tienen cierto parecido con estos últimos lustros de postmodernidad, pues, "el girar de la fortuna había hecho desaparecer ante sus asombrados ojos, reinos y vidas con total indiferencia".17

La visión de la historia que tiene Maquiavelo es pesimista y fatalista: los hombres no pueden oponerse a los decretos de la fortuna, aunque sí aprovechar sus giros. El hecho de que se concentre en el campo de la técnica política más que en el de la explicación histórica viene dado por esta concepción. Para Aguilar18 "el mensaje es "mantente sobre tus pies, haz un uso adecuado de tu realismo y razón y, con el bagaje de tus pasiones listo para impulsarte, espera la ocasión propicia, de forma que puedas, al menos en parte, determinar tu vida".

La concepción maquiaveliana de la política como teoría seguiría la definición aristotélica de la política como "ciencia de lo posible" en tanto en cuanto pretende estudiar el estado real de su tiempo y ofrecer vías de salida a una situación de colapso. Es profundamente realista, y contrariamente a lo que se le suele atribuir, no es acérrimo partidario del mantenimiento del statu quo del príncipe, ni detractor de las transformaciones, pues por más que advierta sus peligros, no deja de ponderar su necesidad, llevada a cabo con energía y audacia por quienes son susceptibles de estar interesados en los cambios. En este sentido su análisis está continuamente barajando la categoría de posibilidad: "Es deseo muy natural y ordinario el de querer adquirir algo que no se tiene; alabaremos siempre a quien lo cumple si le es posible; pero el error está en empeñarse en poseerlo cuando no es posible".19
En El Príncipe el autor aconseja al monarca evitar cambiar las instituciones y dejar lo más posible a los subalternos el cuidado de tomar medidas impopulares, elegir con cuidado a sus consejeros y evitar cederles la menor parcela de autoridad. Se dedicará tan sólo a defender y extender su poder por todos los medios, incluso utilizando el crimen si es necesario. "Vale más ser temido que amado". Este tipo de aseveraciones es el que le han valido su mala fama. Sin embargo la pregunta es obvia: ¿no es así como funciona el poder en las instituciones, hasta en las que más predican el amor, como nuestra Santa Madre Iglesia?

La liberación parte del reconocimiento de la realidad. Este sesgo realista es la enseñanza que podemos sacar hoy de Maquiavelo: sabiendo que el poder político tiene estos dinamismos, y no precisamente porque quienes lo detentan sean esencialmente corruptos, malos o desaprensivos, ¿qué acciones cabe emprender para que esta violencia sea la menor posible, para poder repartir el poder, para que los errores no sean tan trágicos, para que no aplasten a millones de personas? El idealismo en política suele tener efectos perversos, pues omite sistemáticamente el tomar el pulso a las fuerzas en juego. Otro aspecto del pragmatismo maquiaveliano al que ya hemos aludido es que el único modo de valorar las acciones políticas es por sus resultados. Cuanto más estable y duradero sea un gobierno, tanto mejor será. La duración será prueba de su salud, puesto que una tiranía insoportable o un desgobierno generalizado no sería susceptible de dilatar. La estabilidad es uno de los puntos a los que apuesta Maquiavelo, pero habría que matizar una vez más, que esto no tiene necesariamente una lectura conservadora, defensora a ultranza del statu quo. Digamos simplemente que, si lo vemos con ojos desprejuiciados, el deseo apasionado y subyacente de Maquiavelo es liberador: ver surgir un nuevo movimiento patriótico italiano contra los invasores, y que para ello -cuando sería una fácil tentación, máxime en un terreno como el nacionalismo- no apela a nobles ideales ni a esencias nacionales. Exalta la Roma republicana, no la imperial, y siguiendo a Aristóteles sostiene que de las tres formas clásicas de gobierno la mejor es la de tipo mixto por ser más sólida y estable, pues en ella "el príncipe, los grandes y el pueblo gobiernan conjuntamente el estado".

Touchard afirma que tiene una concepción del estado que ignora las realidades económicas, y lo acusa de ver en la política poco más que el juego de voluntades, pasiones e inteligencias individuales,20 lo cual no me parece muy exacto. Maquiavelo no se detiene en el análisis de la economía, sin embargo no es idealista, y dentro de su abordaje de la cuestión del poder señala siempre como trasfondo la centralidad del dominio del hombre sobre las cosas: "El hombre olvida más fácilmente la muerte de su padre que la pérdida de su patrimonio". Sin centrarse en el análisis de la economía le otorga un papel esencial. Señalemos como muestra el pasaje de "El Príncipe" en el que éste le encarga a un arquitecto de elaborar el plan de la edificación de una ciudad, plan que queda totalmente descartado, y la competencia del técnico totalmente negada por no tomar en cuenta de qué iban a vivir los habitantes de la tal ciudad.

Otra crítica de Touchard21 es que aunque la idea de estado ocupa el centro de su pensamiento, no llega a formular su teoría. El estado para él es un dato, un ser al que no pretende explicar como filósofo. Tampoco creemos que sea tan evidente -como sostiene Touchard- que legitime la subordinación del individuo al Estado. Maquiavelo no define ni la esencia ni la naturaleza del estado, pero de su obra se desprende que el estado es un conjunto de relaciones mediatizadas por el poder. Y expresa también que la fuerza tiende al caos, y que el orden, el equilibrio, se logra con artificio, con técnica. Lograr la estabilidad será la muestra de la virtú del político, cualidad que, si bien se desmarca del antiguo concepto de "virtud" de la teología medieval, no coincide tampoco con la afirmación que hace Touchard: "en una jungla donde no hay moral ni derecho internacional todo vale"22, pues es también convicción maquiaveliana que el estado debe garantizar la vida satisfactoria de sus miembros.

Nicolás Maquiavelo

Nicolás Maquiavelo (en italiano Niccolò di Bernardo dei Machiavelli) (Florencia, 3 de mayo de 1469 - Florencia, 21 de junio de 1527) fue un diplomático, funcionario público, filósofo político y escritor italiano.
iografía

Nicolás Maquiavelo nació en el pequeño pueblo de San Casciano in Val di Pesa, a unos quince kilómetros de Florencia el 3 de mayo de 1469, hijo de Bernardo Machiavelli (abogado perteneciente a una empobrecida rama de una antigua familia influyente de Florencia) y de Bartolomea di Stefano Nelli, ambos de familias cultas y de orígenes nobiliarios pero con pocos recursos a causa de las deudas del padre.
Entre 1494 y 1512 Maquiavelo estuvo a cargo de una oficina pública. Viajó a varias cortes en Francia, Alemania y otras ciudades-estado italianas en misiones diplomáticas. En 1512 fue encarcelado por un breve periodo en Florencia, y después fue exiliado y despachado a San Casciano. Murió en Florencia en 1527 y fue sepultado en la Santa Cruz.
[editar]Biografía detallada

Su vida podría ser dividida en tres periodos; cada uno de ellos representa en sí mismo la historia de Florencia. Su juventud coincidió con la grandeza de Florencia como potencia italiana, bajo el mandato de Lorenzo de Médicis, El Magnífico. La caída de los Médici en Florencia ocurrió en 1494, el mismo año en el que Maquiavelo se integraba en el servicio público. Durante su carrera como oficial, Florencia fue libre bajo el gobierno de una república, la cual duró hasta 1512, cuando los Medici regresaron al poder, y Maquiavelo perdió su puesto. Los Medici gobernaron Florencia desde 1512 hasta 1527, cuando fueron nuevamente retirados del poder. Este fue el período de actividad literaria de Maquiavelo, y también de su creciente influencia; sin embargo, murió a semanas de la expulsión de los Medici, el 21 de Junio de 1527, a los cincuenta y ocho años, sin haber recuperado su cargo.
[editar]Juventud
Aunque se tienen pocos registros de la juventud de Maquiavelo, la Florencia de aquellos días era tan bien conocida que es fácil imaginar el ambiente en el que el joven ciudadano se desenvolvía. Florencia era una ciudad con dos corrientes opuestas, una representada por el austero Girolamo Savonarola y la otra por Lorenzo, amante del esplendor. Aunque el poder de Savonarola sobre las fortunas florentinas era inmenso, no parece haber sido muy importante para Maquiavelo puesto que sólo lo menciona en El Príncipe como un malogrado profeta desarmado. Por otra parte, la magnificencia del mandato de Lorenzo impresionó fuertemente a Maquiavelo, llegando incluso a dedicar El Príncipe al nieto de Lorenzo. Maquiavelo fue considerado uno de los grandes escritores en su colegio. Era un escritor y fue un militar muy reconocido que influyó en el humanismo.
Obras

Discurso sobre la corte de Pisa, 1499
Del modo di trattare i popoli della Valdichiana ribellati, 1502
Del modo tenuto dal duca Valentino nell' ammazzare Vitellozzo Vitelli, Oliverotto da Fermo, etc., 1502
Discorso sopra la provisione del danaro, 1502
Decennale primo (poema), 1506
Retrato de la corte de Alemania, 1508-1512
Decennale secondo, 1509
Retrato de la corte de Francia, 1510
Discursos sobre la primera década de Tito Livio, 3 volúmenes, 1512-1517
El Príncipe, 1513
Andria, comedia, 1517
La mandrágora, comedia en prosa de cinco actos, con prólogo en verso, 1518
Della lingua (diálogo), 1514
Clizia, comedia en prosa, 1525
Belfagor arcidiavolo (novela), 1515
Asino d'oro (poema), 1517
Del Arte de la Guerra, 1519-1520
Discorso sopra il riformare lo stato di Firenze, 1520
Sumario de la corte de la ciudad de Lucca, 1520
Vita di Castruccio Castracani da Lucca, 1520
Historia de Florencia, 8 libros, 1520-1525